Paula Fox: Elegancia prestada

Paula Fox (Nueva York, 1923) es otra escritora más que en España no ha tenido mucha acogida, a pesar de tener una buena y asequible escritura. Su libro más difundido, y por el que posiblemente a alguien le pueda sonar de algo, es Personajes desesperados (El Aleph editores, 2005), del que se hizo una película incluso, allá por el año 1971. Sí, es una novela que ya tiene unos cuantos años, pero es que la escritora ya tiene noventa y uno. Esta edición de Personajes desesperados, primera en castellano, incluye un prólogo de Jonathan Franzen (Más afuera, Las correcciones, Libertad, entre otros). También se han editado sus libros La danza de los esclavos, Pobre George o Los hijos de la viuda, por citar unos ejemplos, además de sus libros infantiles, por los que es muy conocida también, Gus cara de piedra o La habitación de Mauricio.

Foto: Google

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Pero el texto del que vengo yo a hablar aquí no es ninguno de los citados anteriormente. Elegancia prestada (Turner, 2004) es la mejor presentación que se puede ofrecer a alguien del valor que tiene Paula Fox como escritora, y es lo que pretendo dejar claro aquí. Se trata de un libro de memorias en el que intenta organizar y descubrir el hilo conductor de sus pasos desde la infancia. Habla, por concretar, de su iniciación en la vida. Una vida en la que destacan los problemas y el rechazo que genera especialmente la pequeña Paula en su madre, que la repudia sin ningún tipo de miramientos, y en su padre, un hombre casi tan inestable como su mujer. Comienza narrando su vida con un reverendo que la tuvo a su cuidado en sus primeros años para, desde ahí, ir incorporando un buen número de personajes, algunos desesperados, y situaciones que nos dan la medida de lo que fue la vida de la autora. Lo mejor de todo es que consigue hacerte partícipe de sus vivencias, lo que es, a mi juicio, requisito indispensable de cualquier buena autobiografía o relación de memorias. Es un libro que está escrito con cierta contención, pero incluyendo un velado lirismo en algunos pasajes, en algunos detalles, en algunas acciones.

Es una lectura, por tanto, que no dudaría en recomendar a cualquier lector paciente y sensible que quiera pasar un rato de provecho.