António Lobo Antunes: Memoria de elefante

El próximo 18 de mayo sale a la venta en España No es medianoche quien quiere (Literatura Random House, 2017), novela escrita por António Lobo Antunes (Lisboa, 1942) en 2012. La última que se puso en circulación del escritor por España fue Comisión de las Lágrimas, hace ya dos años. Si pudiese elegir, yo me sentiría más que satisfecho si tradujesen una al año, pues mi necesidad de leer al portugués es manifiesta, absoluta. Pero como esto no es posible, hay que conformarse con las relecturas y los viajes al pasado, a los comienzos. Así, Memoria de elefante (Literatura Random House, 2005) fue la primera novela que escribió y publicó António Lobo Antunes, allá por 1979.

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                António Lobo Antunes (Foto: Pedro Loureiro)

La experiencia del escritor portugués como psiquiatra nutre este primer texto en el que ya se observan las peculiaridades estilísticas que le son tan propias: prosa poética cargada de imágenes que vienen y van y que redondean la percepción del lector de tal forma que uno termina por sentir intensamente lo que se extiende en palabras delante de él. A lo largo de un día acompañamos al psiquiatra, un trasunto del propio António Lobo Antunes, en su malestar existencial, en el dolor de relacionarse con un mundo subyugado por los prejuicios, por la soledad, por el hartazgo que supone a veces estar vivo (espiar a las hijas desde la distancia, recordar las intensidades del amor, etc.). En apenas ciento cincuenta páginas avanzamos de la mano del narrador, que sabe jugar con las metáforas y las preguntas que son a la vez contradictorias y extrañamente reales: «¿Qué haría yo si estuviese en mi lugar?».

El Hospital donde trabaja era el mismo al que muchas veces, durante su infancia, había acompañado a su padre: antiguo convento con reloj de junta de distrito en la fachada, patio con plátanos oxidados, pacientes con uniforme vagabundeando al azar atontados por los calmantes, la sonrisa gorda del portero frunciendo los labios hacia arriba como si fuese a volar: de ven en cuando, metamorfoseado en cobrador, aquel Júpiter de caras sucesivas se le aparecía en la esquina de la enfermería con carpeta de plástico bajo el brazo extendiéndole un papelucho imperativo y suplicante -La cuota de la Sociedad, Doctor.

Este es otro libro de António Lobo Antunes que no decepciona. Eso, sí, como ya he advertido en otras ocasiones, sus novelas son muy peculiares y personales en su forma de narrar, lo que puede hacerle pasar por inaccesible en un primer momento. Pero el esfuerzo de leerlo merece la pena. Es de los pocos escritores vivos que está a la altura de cualquier tradición literaria, es casi, todo él, una pieza mitológica cargada de vida que seguramente se valorará más con el paso del tiempo, tras su (esperems que lejana) muerte. Hay que leer a António Lobo Antunes. Hay que leerlo mucho.